Era el cumple de Älvaro, según mi hija, un niño buenísimo , muy obediente y supermono.
Mi hija me dijo que quería regalarle la tarta de su cumpleaños y que podía hacer un dinosaurio,y así lo hice.
Cuando la vio, no se lo creía, le encantan los dinosaurios,y además, podía comérselo,cuánto le gustó!!! y yo cuánto me alegré!!!
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