Era su santo, pero quiso que le cantáramos el cumpleaños feliz y por supuesto que lo cantamos.
Como siempre en Ibiza me resulta bastante más dificil hacer las tartas, ya que no tengo todos mis artilugios y además hay muchísima humedad, pero estoy contenta con el trabajo y sobretodo con la cara que puso mi sobrina cuando la vio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario